Las sociedades en Panamá y las Islas Vírgenes Británicas (BVI) son opciones populares entre inversionistas internacionales. Ambas jurisdicciones tienen ventajas y limitaciones, dependiendo de los objetivos y necesidades del cliente. A continuación, analizaremos sus características en áreas clave como el proceso de incorporación, costos de mantenimiento, privacidad, cumplimiento y beneficios fiscales.
Proceso de Incorporación y Flexibilidad
En términos de incorporación, las sociedades en BVI son conocidas por su simplicidad: solo requieren un director, y no se exige un mínimo de dignatarios, lo que permite a los empresarios mantener estructuras simples y de bajo costo en su administración inicial.
Por otro lado, las sociedades panameñas requieren un mínimo de tres directores y dignatarios, lo que puede aumentar los costos y la complejidad inicial. Sin embargo, esta estructura puede ofrecer un mayor grado de formalidad y transparencia, que puede resultar beneficioso para clientes que buscan mantener una imagen corporativa más robusta.
Costos de Mantenimiento y Penalidades
En términos de costos, Panamá destaca por su tasa única anual de $300 USD, mientras que en BVI los costos anuales varían entre $550 y $1,350 USD, dependiendo del capital autorizado. Esto convierte a Panamá en una opción más accesible en cuanto a mantenimiento anual. Las penalidades también son menos estrictas en Panamá, con un recargo de $50 USD por período de impago, y una multa de rehabilitación de $1,000 USD tras tres periodos consecutivos sin pago, mientras que en BVI, las multas pueden exceder los $5,000 USD.
Privacidad y Cumplimiento Regulatorio
Ambas jurisdicciones ofrecen altos niveles de privacidad, aunque con requisitos de cumplimiento de normas internacionales. Las sociedades en Panamá deben registrar a sus beneficiarios finales ante la Superintendencia de Sujetos No Financieros, mientras que en BVI se utiliza el sistema Beneficial Ownership Secure Search (BOSS). En ambos casos, la información de los beneficiarios no es pública y solo es accesible a las autoridades bajo circunstancias específicas. La diferencia es que BVI es reconocida por una privacidad ligeramente superior, lo que sigue siendo un atractivo para ciertos clientes.
Beneficios Fiscales y Tratados Internacionales
Las sociedades en ambas jurisdicciones pueden beneficiarse de exenciones fiscales sobre ingresos obtenidos fuera de sus territorios. Sin embargo, un aspecto que favorece a Panamá es que cuenta con una red de tratados de doble imposición con múltiples países, lo que puede ser ventajoso para empresas que buscan evitar la doble tributación y tener acceso a beneficios fiscales en sus operaciones internacionales. BVI, por su parte, no tiene una red extensa de tratados de doble imposición, lo que puede limitar las oportunidades para ciertos tipos de planificación fiscal internacional.
Flexibilidad en la Estructura de Propiedad y Patrimonial
Las sociedades panameñas ofrecen una estructura flexible en cuanto a accionistas, permitiendo que estos sean personas o entidades extranjeras, lo cual se adapta bien a estrategias de planificación patrimonial. Además, Panamá permite integrar las sociedades con otras estructuras de planificación, como fideicomisos o fundaciones de interés privado, lo que fortalece su atractivo para la gestión de activos familiares y la protección patrimonial.
Por su parte, las sociedades en BVI también son sumamente flexibles en su estructura de propiedad. En BVI, los fideicomisos pueden actuar como accionistas, y existen opciones avanzadas de planificación, como los VISTRA Trust y la propiedad en “joint tenancy with rights of survivorship”, la cual de por sí merece un artículo aparte y el cual no descartamos comentar en un futuro. Estas herramientas permiten estructurar la propiedad de manera efectiva para sucesiones y administración de bienes, ofreciendo soluciones personalizadas y seguras para la protección y transmisión de activos.
En general, tanto Panamá como BVI ofrecen opciones atractivas para la creación de sociedades internacionales, pero destacan en áreas distintas. Panamá presenta varias ventajas, como costos de mantenimiento más bajos, un sistema de cumplimiento sencillo y beneficios fiscales gracias a sus tratados internacionales. Sin embargo, podría mejorar su competitividad con una mayor simplicidad en los requisitos de directores y dignatarios, así como la implementación de sanciones más estrictas para garantizar un mayor cumplimiento.
Las sociedades en BVI siguen siendo una buena opción para quienes buscan una estructura extremadamente simple y privada, aunque los costos de mantenimiento y las limitaciones fiscales pueden ser desventajas para quienes buscan optimización fiscal y flexibilidad en la planificación patrimonial. En última instancia, la elección dependerá de las necesidades específicas del cliente, pero las sociedades panameñas ofrecen un equilibrio sólido de competitividad, accesibilidad y adaptabilidad en el contexto global.