GLC Legal

GLC Legal tiene sus raíces en San José, Costa Rica. En 1999, la empresa Grupo Latinoamericano Comercial S.A. fue formada por el recién graduado Sr. Augusto Arce en respuesta a lo que él consideraba necesario para satisfacer la nueva ola de inversionistas extranjeros que inundaban Costa Rica.

Desde entonces, GLC ha experimentado una evolución orgánica, comenzando sin clientes e impulsada más por una visión de negocios en comparación con otras firmas legales más tradicionales.

GLC desarrolló una personalidad y estilo únicos, centrados desde el principio en el cliente y no en el profesional a cargo.

A diferencia de los bufetes existentes en la mayoría de los países de América, donde un especialista monopoliza TODOS los servicios legales de un cliente específico, la «Fórmula GLC» utiliza en cambio varios profesionales expertos que trabajan en equipo para atender mejor las necesidades de sus clientes.

Dado que nuestros clientes siempre han sido internacionales, desde el inicio hemos entendido que es necesario ampliar nuestro alcance a los países vecinos y clave en América Latina con el fin de proteger adecuadamente los intereses de nuestros clientes.

Desde el comienzo de la década de 2010, desarrollamos fuertes relaciones con expertos locales que se convirtieron en nuestros socios y socias en países seleccionados de América Latina.

Estamos orgullosos de ofrecer actualmente a nuestros clientes regionales una experiencia legal sin inconvenientes, en varios países clave de América Latina, dirigiendo todas sus necesidades legales desde nuestro centro de operaciones en San José, Costa Rica.

GLC Legal ofrece servicios legales diseñados a la medida, típicos de un bufete boutique, con la mentalidad de un bufete internacional, para que nuestros clientes puedan enfocarse en sus fortalezas principales.

Actualmente, atendemos a clientes internacionales de diversas industrias como: tecnología, hardware/software, Recursos Humanos, outsourcing, Centros de Contacto y muchas otras. Con nuestra fórmula, los clientes no tienen que lidiar con diferentes estilos y tipos de abogados, ya que dirigen sus necesidades a un único punto de contacto que luego se asegura de que los servicios legales estén todos coordinados de manera uniforme.